viernes, 23 de mayo de 2008
Receta del locro del domingo 25 de mayo. Camarones 1599.
( Reducida a 4 comensales sería así)
Choclo 500gr ( desgranado y pisado; y también en pequeñas rodajas)
Porotos 200gr.
Cerdo ( puede ser una mezcla de pechito, patitas o chuletas) 250gr.
Falda ( en Fina Estampa el domingo lo haremos como en el campo con ASADO en vez de falda) 700gr
Calabaza o zapallo ( hecho puré) 450gr
Chorizo colorado 2u ( el mejor que consiga)
Batatas 1kilo y medio
Panceta 200 gr
Ají picante, pimentón fundamentales.
Como puede ver en este 25 no se escatima y al locro, (mixturizado como buena comida latina y criolla, con los alicientes que generación tras generación se le van sumando..) no le va a faltar nada.
Acompañelo con un cabernet bien firme.
Fiodor Dostoyevski, invitado especial de Fina Estampa
NO ES NADA FACIL realizar un resumen sobre la vida y obra de Dostoyevski, hay miles de biografías y libros al respecto. Análisis desde los más diversos ángulos, además de los innumerables cuentos y biografías.
Un buen comienzo sería meternos dentro de sus pantalones situarnos en el lugar: Pongámonos en la piel el frío recalcitrante de Moscú y de San Petersburgo a en la segunda década del siglo XIX. Tomémonos una botella de vodka y sumerjámonos en la miseria y en la oscuridad de una tierra sin esperanzas, regida por el zarismo, en donde, como bien lo expresan en sus escritos desde Gogol hasta Pushkin y toda la enorme cantidad de monstruos literarios que dio
Hay una novela de Máximo Gorki “
Esto viene a que el hombre que nos compete, Dostoyevski, nace en el ceno de una familia como esa, típica de
Para continuar es menester que reparemos en una palabra, ya que todo lo que hablaremos de ahora en más esta signado por ella: FATALIDAD.
Este hombre nació para el dolor y haría un arte de el.
De entrada, ya es impresionante el simbolismo del lugar donde crece: “El hospital hospicio de los pobres de Moscú”, en donde se recibían locos, alienados, miserables y niños abandonados.
La familia ocupaba una de las alas de este edificio tan despreciable como todo lo que los rodeaba.
Si esto les parece una imagen fulminante, hay más, como si el destino todo hubiera prestado especial atención en forjar a este chico para que fuera que debía ser, la ventana de la habitación de Fiodor tenía una hermosa vista, daba justo al cementerio de los réprobos, en donde enterraban a suicidas, criminales, vagabundos, y cadáveres no reclamados.
Allí, a modo de monumento (increíble como cada imagen supera a la anterior) se alzaba el patíbulo, al que Fiodor, ahora mirando por la ventana, sería condenado a muerte 28 años más tarde.
Por suerte, el padre era un tipo macanudo: Avaro, borracho, celoso (hasta el punto de inventarle romances a la madre para cagarla a trompadas) alcohólico y completamente despótico.
Cuando Fiodor tiene 12 años cambian de sitio y se van a vivir a unas aldeas que el padre compra con 200 ciervos incluidos (en esa época era muy común) a
En este ambiente de cuento para niños va creciendo Fiodor, en medio de la brutalidad del padre, el fanatismo religioso de la madre y la ignorancia. La que los trae un poco a la vida en todo este quilombo es la madre, que es la que le inculca el amor por los libros y sobre todo por Pushkin, amante de la música y de la literatura, trata de darles a sus chicos algo que de sentido a sus vidas.
Corre el año 1837, recordemos que nace en 1821, y Fiodor obviamente pierde las dos sus dos prioridades de su vida: Muere la madre y muere Pushkin claro. Esto lo destroza anímicamente. La única alternativa viable para el es arrojarse a la escritura. Allí declara que si no hubiera llevado luto por su madre lo hubiera llevado por Pushkin.
El padre lo envía entonces a la escuela de ingenieros de San Petersburgo, ciudad que lo marcará a fuego. Allí se entera que el padre muere asesinado por sus propios esclavos y sufre su primer episodio de la enfermedad que lo acompañará de por vida: La epilepsia. Lejos de considerarla un mal, como siempre yendo a muerte en esto “del dolor para alcanzar la felicidad”, la considera un bien y dice que le da fuerzas y le aclara la mente. (Como vemos todo lo que le sucede lo transforma en literatura: “Pobres gentes” su primera novela, es un espejo de sus primeros días. En “Los idiotas” el protagonista Misnkin, el príncipe es epiléptico como el, y en “Los hermanos Karamazov” Smerdiakov, el hijo no reconocido, es casi un animal con raptos epilépticos).
Comienza a frecuentar el primer círculo socialista de
Sigue escribiendo como un hijo de puta, en una sola noche escribe “Novela en nueve cartas”. En un año escribe seis novelas entre ellas “Noches Blancas” y “Mis prisiones”.
Sale de Siberia y el Zar lo manda como soldado raso, y él, epiléptico, hecho mierda, flaco, sigue escribiendo y escribiendo: “Los demonios”; ”El sueño del tío” etc. etc.
En 1857 se casa con Maria Dmitrievna Isaieva y en la noche de bodas le agarra el peor ataque de su vida. (Otra vez el destino le decía que el camino del dolor apenas comenzaba).
La pasa mal, anda corto de guita, así que enciende a la bestia de la escritura que lleva a dentro, con lo que junta viaja por toda Europa junto a una amante: Berlín, Paris, Londres, Ginebra, Venecia, Florencia, Viena, y descubre su gran pasión por el juego. Juega en todas las mesas de todas las ciudades nombradas.
De vuelta en Rusia obviamente que lo espera un notición, su mujer está enferma de tuberculosis y a punto de morir. Esto le provoca una tremenda culpa así que el genio se despacha con “Memorias del Subsuelo”.La mujer muere y para coronar muere uno de sus hermanos también, dejándole a cargo a toda su familia. Para sostener esto Fiodor se endeuda hasta las pelotas: usureros, prestamistas, conocidos, amigos, y se va a recorrer casinos para salvarse. Esta vez pierde todo.
Los editores le hacen firmar por adelantado novelas que todavía no ha escrito así es que en 1866, un mes antes de que se venciera el plazo escribe por la mañana “EL jugador” y por la tarde “Crimen y castigo” en una demostración de virtuosismo que nunca volverá a repetirse en la historia del mundo. UN MES PARA ESTAS DOS OBRAS MAESTRAS DE
Fiodor ya juega sin freno, está loco, enajenado, pierde todo todo. Igual la bestia escritora publica “El idiota” cuentos a raudales.
Para despedirse a lo grande comienza a elucubrar “Los hermanos Karamazov” y la publica ya en la gloria de su fama y muy enfermo.
Muere en 1881, curiosamente, el mismo día que se festejaban los 100 años del nacimiento de Pushkin. Fue el poeta de los desamparados y los desprotegidos, de lo humillados.
Sobre su ataúd los estudiantes colocaron hierros retorcidos en homenaje por sobrevivir al presidio y por enaltecer la orden de los miserables.
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